Todos sabemos lo ligado que está el IES Federico García Bernalt, nuestro instituto, a la cultura, y en especial a la música. Ello se pone de manifiesto al descubrir el Coro que, dirigido por Paco Udaondo, evoluciona favorablemente.
Pero no todos sabemos cantar, y nos buscamos la vida de otra manera. Algunos tocan instrumentos por libre, como la guitarra, etc., pero otros, como es mi caso, vamos más allá y buscamos otros métodos. El de estar en una banda de música es uno de ellos, y por eso escribo este post: para que conozcáis el funcionamiento de una banda desde su interior.
En el caso de la mía, la del Jesús del Perdón de Salamanca, empezaremos hablando de su origen. Para ello nos remontamos al año 2005, cuando la cofradía del mismo nombre no pudo salir con su banda titular porque ésta se disolvió. A partir de ahí, se empezaron a movilizar los responsables y todo eso.
Tras mucho esfuerzo, y muchas negativas y decepciones, la Parroquia de Puente Ladrillo y PRODESI accedieron a apoyarnos. Además, ensayamos a escasos metros de nuestro titular.
Inicialmente, el director de la banda fue don Desiderio Tavira, siendo la subdirectora y profesora de Solfeo doña Teresa Casillas. Así comenzó una nueva etapa, llena de ilusión, ganas de hacer música y de transmitirla a todo aquel que quisiese escucharnos.
De modo que empezamos en Septiembre de 2006, practicando como podíamos para llegar al cien por cien a Semana Santa.
Dos semanas antes de nuestro estreno, nos falló Desiderio, pasando a ser la directora Teresa. Y tal día como hoy, un frío y medio lluvioso 1 de Abril de 2007, comenzó nuestra andadura por este mundillo tan atractivo llamado música. Como es natural, la primera vez siempre se está nervioso, y en mi caso, un poquillo cagao.
Pero todo salió a pedir de boca, y fuimos felicitados por todos los responsables de las procesiones.
Para finalizar el curso, el 30 de Junio del 2007 se celebró un concierto, tras el cual hubo comida e intento, por mi parte y la de dos compañeros, de colgar a la directora del larguero de una portería.
En fin, que tras todo lo dicho, en octubre comenzó el curso de nuevo, aunque tras el parón veraniego cuesta un poco coger el ritmo.
Decidido a que sepáis cómo es este grupillo, he entrevistado a la directora, para que conteste a unas preguntas de vital importancia:
1. En tu opinión, ¿alguien que crea que Beethoven era un perro, puede aprender música y tocar un instrumento?
- Claro, cualquiera puede estudiar música. No hay más que verte.
2. ¿Qué repertorio tenéis?
- Pues tocamos marchas procesionales, pasodobles, bandas sonoras, corales... Lo que nos echen.
3. Tengo entendido que estáis tocando un pasodoble mientras practicáis para Semana Santa. ¿Le vais a tocar el “Paquito Chocolatero” a la Virgen para que la bailen?
- (Risas) Pues si nos lo piden...
4. La edad del grupo va de los diez a los sesenta o setenta años. ¿Quiénes dan más guerra?
- Lo de dar guerra no es cuestión de edad. Además, todos son muy buenos, no me puedo quejar.
5. La última: tres razones para entrar en la Banda.
- Sobre todo, que se aprende un montón, que te lo pasas muy bien y que disfrutamos de la música practicándola.
Tras esta pequeña entrevista, un par de apuntes:
- Lo de tocar el “Paquito Chocolatero” a la Virgen lo llevo proponiendo yo la pera, pero no nadie me hace caso. ¿Acaso no quedaría bien?
- ¿Qué es eso de que “todos son muy buenos”? Sé sincera: los saxos somos expertos en tocar las narices. Para algo bueno que hacemos, no nos lo quites.
Para concluir, quería advertiros de que lo de tocar un instrumento, y en especial si se quiere estar en una banda, no es cosa de irlo dejando: hay que machacarlo mucho, y currárselo todo lo que se pueda, pues en cuanto lo dejas un poco, el instrumento te dice: “¿Y tú dónde has estado?”. Lo que quiero decir es que es como si prácticamente no hubieses tocado en tu vida.
Como me pongo muy pesado, deciros que el que esté interesado en entrar, que me lo diga: yo mismo me encargaré de decírselo a la directora.
