Duelo por el amor de Roxana |
Solo unos minutos y podremos salir de entre estas cuatro
paredes, es lo que me repetía una y otra vez el pasado 29 de enero. Algún impaciente le pedía
salir a Begoña antes de tiempo del aula. Diez minutos más tarde, estábamos
saliendo del centro acompañados por José, nuestro profesor de lengua y de una
jefa de estudios. En el camino al teatro, cada uno iba a lo suyo, unos
hablaban con otros, otros repartían publicidad y como era de esperar la gente
de la calle los ignoraba.
Al llegar al Liceo, tuvimos que esperar a que
abrieran las puertas; mientras tanto, más institutos se unían a nosotros y nos
encontrábamos con caras conocidas y no tan conocidas.
Una vez dentro, después de saludar a antiguos compañeros,
comenzó la obra. En general nos esperábamos la obra un poco más seria, por lo
que nos había contado nuestro profesor, pero una vez que salieron los dos
primeros personajes a escena, algunos no
controlaron el impulso de echarse a reír. El argumento de la obra era distinto
al original, pero mantenía el mismo tema.
Cyrano estaba enamorado de la doncella Roxana, pero él
pensaba que era feo por su gran nariz y que no sería correspondido. Roxana estaba enamorada de Cristián y él de ella.
Cyrano que ya había dado por perdida la posibilidad de estar junto a Roxana,
ayudó a Cristián por medio de cartas de amor que escribía él mismo, se las
hacía llegar a Cristián para que por medio de las cartas por lo menos ellos
estuvieran juntos. Un duque que desde el principio de la obra estaba prometido
con Roxana se enteró de las supuestas
cartas que Cristián le enviaba a su prometida, contrató a un mercenario para
que secuestrara a Cristián y le elaborara un elixir de amor para que Roxana se enamorara de él, ya que
ella no quería casarse con él.
Cyrano,
después de sufrir por el duque al igual que Cristián, se batió con el duque pero
al final resultó herido, gravemente
herido. Una amiga de Cyrano cambió el
final de la obra por medio de la magia del teatro y Cyrano acabó junto con
Roxana, que al fin se dio cuenta de que Cyrano era quien le enviaba las cartas, y
ella con Cristián gracias al elixir que le hizo enamorarse totalmente.
Así acabó la obra,
fue buena, con sus momentos graciosos y sus frases pegadizas…
La vuelta al instituto fue la segunda parte de la ida,
después tuvimos una breve clase de historia y todos a casa a comer.
Arturo Quintana García, 2ºD
Alumnos de 2ºD a la puerta del teatro Liceo |
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