lunes, 27 de mayo de 2019

GRADUACIÓN 2018/2019. Discurso Director


Buenas tardes
Los que os despedís hoy del “García Bernalt” habéis pasado en él entre dos y seis o siete años. Este es tiempo suficiente para crear fuertes lazos,  y en vuestro caso además son los años en los que uno transita de la infancia a la edad adulta.
Aunque un tópico dice que “no pasan los años, pasan cosas”, no hay más que ver vuestra foto del primer día en que llegasteis a 1 de ESO y miraros ahora, para darse cuenta de que el tiempo sí pasa. Habéis crecido físicamente pero también intelectualmente y aquí está la aportación del instituto y no me refiero a la acumulación de datos o conceptos que hayáis aprendido sino a lo que la educación debe proporcionar: una visión ajustada del mundo lejos de planteamientos simples y reduccionistas por desgracia, tan frecuentes en nuestros días
La enseñanza es un lugar fecundo para el encuentro y para el recuerdo… Sé que cuando penséis en el instituto más que  una  lección académica  recordaréis una anécdota alegre o triste,  una palabra de ánimo o de reproche, una palmada en el hombro o una bronca monumental. Todo ello, lo bueno o lo malo, habrá dejado huella;  y todo ello habrá contribuido a conformar vuestra personalidad
Según Antonio Muñoz Molina, “en la enseñanza secundaria y el bachillerato es donde se decide si uno va a ser un ciudadano o un bárbaro”. Yo espero que estéis en el camino de ser buenos ciudadanos ¿Qué es ser un buen ciudadano? Pues alguien que conoce  sus derechos y cumple  sus obligaciones, alguien que se informa y piensa críticamente, en unos tiempos en que la abundancia de información y sobre todo de canales de información hace que-paradójicamente-la verdad sea un bien cada vez más preciado. Un buen ciudadano es alguien que respeta la diversidad humana en todos sus aspectos, y me gustaría decir que no solo la respeta sino que también la celebra, alguien que vela por el bien común rechazando la violencia, cuidando el medio ambiente…. En definitiva, alguien libre en el sentido más profundo de la palabra que no es sólo deshacerse de las cadenas de uno, sino luchar  por liberar de las suyas a los demás. Nuestro deseo es que todos seáis buenos ciudadanos. Pero que, además, de estas virtudes públicas también hayáis aprendido a ser consecuentes con vuestros actos, es decir, valientes. A ser  perseverantes y tenaces ante las contrariedades que aparecerán, pues la vida siempre está llena de obstáculos, pensad que la diferencia entre ganar y perder puede ser simplemente insistir (hace poco leía una novela en la que el protagonista admiraba al Quijote porque Alonso Quijano no se rendía nunca…a eso me refiero)  y que hayáis desarrollado el gusto por  hacer las cosas bien, parafraseando a Martin Luther King: si estas llamado a ser médico o barrendero debes intentar curar o barrer como Miguel Ángel pintaba, Beethoven componía o Shakespeare escribía.
Mirad, debemos aspirar a vivir mejor cada día pero  la palabra mejor muchas veces no tiene nada que ver con lo material
El instituto será siempre vuestra casa. Ojalá que seáis  mujeres y hombres felices. Ojalá que seáis hombres y mujeres de bien. Hasta siempre
                                 Felipe Cuesta

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