domingo, 9 de junio de 2013

¿Cómo hacerse una idea de la Filosofía?. A propósito del libro publicado por nuestro compañero Pablo Redondo.


He de reconocer que para muchos de nuestros estudiantes de bachillerato, una materia que, con alguna frecuencia, se les “atraganta”, es la filosofía. Incluso se permiten cuestionar su utilidad, obligatoriedad y hasta su presencia en el plan de estudios.

Algo sí les entiendo, pues puede resultar desalentador para el que empieza, la complejidad del objeto de estudio, su lenguaje, o los múltiples autores que han de comprenderse y estudiarse. Lo que hace cundir el desánimo que acompaña tantas veces a los primeros esfuerzos del principiante.

Pero, la tarea del profesor, en ésta como en cualquier asignatura, consiste en allanar el camino del conocimiento al alumno, y facilitarle la superación de las dificultades en el aprendizaje. Y en esas estamos el común de los profesores, cuando advertimos, muy cerca de nosotros, pero de incógnito y pasando desapercibido, que uno de los nuestros ha hecho un esfuerzo muy especial por aliviarle las dificultades del saber y del estudio a los alumnos. Es el caso del profe de filosofía de este Instituto Pablo Redondo, quien conjuntamente con su colega Sebastián Salgado, lo hace poniendo a su alcance una simple, por accesible y comprensible, “historia de la filosofía para la vida cotidiana”.

La idea que tenemos sobre la filosofía puede que sea que sólo interesa a los filósofos, esos sabios de un saber inútil; o acaso resulta atractivo a “los de letras”, inclinados más a pensar y especular, mientras que es más distante para “los de ciencias” interesados más por la lógica e inmediatez de la experiencia, el cálculo y la comprobación.

En cambio, los autores del libro nos demuestran lo equivocados que podemos estar, presentándonos una “filosofía de la calle, a pie de obra, como ya hiciera Sócrates, pero ahora poniéndola por escrito para entablar un diálogo con el lector” y descubriéndonos “pequeños tesoros filosóficos en lo vivido cada día”, tal como se expresa en la sinopsis del libro.

La lista de dichos tesoros no pasa desapercibida para los jóvenes o adultos de hoy, pues está compuesta de conocidas y familiares expresiones de uso corriente.

La letra de la famosa ranchera del “rey sin trono ni reina”, es aprovechada para dar a conocer el marxismo. O la frase de “hay gente pa to” atribuida al torero El Gallo tras haberse presentado Ortega y Gasset como Catedrático de Metafísica, para explicarnos las dimensiones del tiempo. O cuando recuerda el soniquete humorístico de “¡que sepas que ser, eres!” para resumir la lógica aristotélica.

Y así se hace accesible y entretenido, tanto a cualquier alumno, como a un simple curioso, el acercarse a la filosofía para hacerse una muy buena idea.


Joan M. Sala Sivera. Orientador

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mira, a lo mejor así algunos nos enteramos de algo.

Yo voy a aprovechar la excusa de que a mis hijos les vendrá bien y me voy a comprar el libro.

Montse Vicente