Nuestra semana en Granadilla (Cáceres)

Empezábamos las mañanas con los oficios que nos enseñaban los nonitores (albañilería, pintura, panadería...). A media mañana, a toque de campana, nos tomábamos un pequeño bocadillo y nos distraíamos contándonos lo que habíamos hecho en cada oficio. Cuando el sol estaba en lo más alto, comenzábamos los talleres (apicultura, cuero, interpretación...), que también eran instruidos por los monitores a los que les hemos cogido mucho cariño.

Llegaba la hora de comer, todos nos reuníamos en el comedor; cada día le tocaba servir la comida y recoger a un grupo.

A las cuatro de la tarde tocaba lo más aburrido, y aun así, era divertido: hacer redacciones o lo que te mandaran los profesores del centro durante dos horas.

Las noches las amenizaba Alfonso (monitor) con diversos juegos (cluedo, desfile de disfraces...) que nos lo hacían pasar muy bien. Cuando todo esto acababa teníamos un rato para estar con los compañeros y a la una de la madrugada teníamos que ir a dormir. Pero esto no era así, si te asomabas al balcón o a la ventana veías siempre correr a gente por la plaza, para ir a otras casas a ver a la novia o a los amigos.

¡Ha sido una semana inolvidable para nosotros¡

¡¡Os animamos a que si tenéis oportunidad de ir, no la desaprovechéis, u os arrepentiréis!!

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