La lectura en el aula es una actividad que realizamos durante dos semanas en el Instituto. Pienso que está bien planteada, se trata de una lectura de veinte minutos de un libro de libre elección para el alumno, por lo que no se sentirá obligado a leer una novela que no le guste. Con ello se pretende que aquellos alumnos que no se animan a leer en su casa, lo hagan en las aulas, y así puedan cogerle gusto a esta recomendable actividad.
Sin embargo, creo que en la práctica esto no es así, pues en muchos casos los alumnos no se toman en serio la actividad, emplean estos minutos como tiempo perdido y no dedicado a la lectura. En muchos casos esto no ayuda a que luego los alumnos sigan con la práctica en sus casas. Y lo que es aún más grave, algún profesor, supongo que por su cuenta, no encuentra necesario el llevar a cabo esta actividad y prescinde de ella privándonos de realizarla.
Pero, excepciones aparte, esta actividad ayuda a aquellos que la aprovechan y que no suelen dedicar por costumbre un rato diario a la lectura, ya sea porque no la consideran interesante o por que alegan no tener tiempo para ello, consiguiéndose “enganchar” a un libro. Es muy posible que, después de estos veinte minutos en el aula, sientan esa necesidad de seguir leyendo en su casa, pues necesitarán saber cómo continúa esa historia.
Y de esta manera querrán sumergirse en este maravilloso mundo de la lectura, que esperemos que a todos nos atrape y que nunca lo dejemos de lado, que sea para todos nosotros una muy buena costumbre, lo que nos ayudará a soñar, viajar y aprender más de lo que podamos llegar a pensar.
Imagen: Susana Pérez Gibert 4ºA