Origen histórico: desarrollado en 1º de ESO A y B
La historia de Halloween se remonta a hace más de 3000 años, los celtas celebraban en el festival de Samhain lo que era su año nuevo el día 1 de noviembre. Los celtas creían que los espíritus vagaban por la Tierra en su camino hacia el más allá junto con criaturas como demonios o hadas. Durante este ritual, los celtas se vestían con disfraces hechos de pieles de animales para así ahuyentar a los espíritus y realizaban rituales alrededor de una hoguera.
Jack O’Lantern, el verdadero símbolo de Halloween, es el personaje de una leyenda irlandesa que cuenta la historia del tacaño Jack: tan avariento era, que el mismísimo Lucifer tuvo curiosidad por comprobar si era cierto. Así es que un buen día, el Príncipe de las Tinieblas fue al pueblo de Jack, y tras compartir con él unos cuantos whiskies, el Demonio le reveló su identidad. Pero la cosa no quedó ahí: Lucifer también le comunicó a Jack que tenía que llevárselo al infierno para que pagara por sus pecados, a lo que el avaro irlandés no se opuso siempre y cuando antes disfrutaran de una última ronda. El Diablo se la concedió, pero como ninguno de los dos la podía pagar, el tacaño de Jack retó a Lucifer a convertirse en una moneda para demostrar sus poderes. Cuando éste lo hizo, Jack guardó la moneda en su bolsillo junto a un crucifijo de plata, inmovilizando de este modo al Diablo, que no pudo recuperar su forma normal. Entonces Jack le hizo prometer al Demonio que solamente lo liberaría si no volvía a molestarle durante un año, y así sucedió. Transcurrido ese tiempo Lucifer volvió a la carga, y entonces Jack pidió disfrutar de una jugosa manzana antes de ir al infierno: le señaló la fruta colgando de un árbol, y el Tentador trepó para cogerla. Entonces Jack talló una cruz en el tronco del manzano para inmovilizar de nuevo al Diablo, exigiendo esta vez para liberarle que no le molestara durante diez años y renunciara para siempre a reclamar su alma. El Demonio de nuevo aceptó el trato, pero Jack murió antes de que transcurrieran los diez años: cuando llegó a las puertas del Cielo, custodiadas por San Pedro, éste le impidió el paso por su mal comportamiento en vida. Entonces fue enviado al Infierno, pero como tampoco podía entrar en este lugar por el pacto que hizo con el Diablo, éste le lanzó unas ascuas ardientes que Jack atrapó al vuelo con un nabo hueco, y lo empezó a usar como linterna. A partir de ese momento, Jack el Tacaño empezó a conocerse como Jack el de la Linterna, abreviado en inglés “Jack O’Lantern”. Su alma errante quedó condenada a deambular por los caminos entre los reinos del Bien y del Mal sin otra compañía que la luz de su improvisado farol. Fue así como empezó la tradición, primero usando nabos, y tiempo después, calabazas, para alumbrar el camino a los difuntos la noche Halloween y también impedir que Jack O’Lambert venga a visitarte. Así es que no olvides preparar una calabaza iluminada la noche del 31 de octubre, no vaya a ser que el viejo Jack llame a tu puerta…
¿Qué celebramos el Día de Todos los Santos? El primer día de noviembre, la Iglesia Católica celebra el Día de Todos los Santos. Como católicos, honramos a los santos como seguidores de Cristo, que vivieron vidas de santidad en la tierra y ahora comparten la vida eterna con Dios en el cielo. En estas fechas son habituales las visitas a los cementerios en los que se encuentran esos seres queridos que se marcharon, aquellos que ya no están y a los que se les demuestra que se les sigue añorando. Los puestos de flores son habituales y las floristerías cuentan con una gran afluencia, y es que las flores frescas siguen siendo las preferidas por muchos para tener este bonito recuerdo de sus seres queridos.A ello se suma, como suele ocurrir en España con motivo de cualquier festividad, aunque sea vinculada a algo trágico como la muerte, la gastronomía. Y es que muchos son los que también mantienen la tradición de comer huesos de santo o buñuelos, dos productos que solo se encuentran en estas fechas en la mayoría de las pastelerías, y es que la tradición los vincula a los difuntos. Eso sí, su origen no está nada claro y se relaciona con los romanos o la pastelería morisca. No obstante, la tradición cristiana dice que comer un buñuelo es igual a sacar un alma del purgatorio, mientras los huesos de santo equivalen a decir que sigues queriendo y que no les temes.
Nivel 1: Se coloca una imagen del santo al que se le rinda credo Nivel 2: Se dedica a las ánimas del purgatorio. Nivel 3: Se coloca sal para hacer alusión a la purificación de las almas de los niños del purgatorio. Nivel 4: Se ofrece pan a las almas que acuden de visita a la ofrenda. Nivel 5: Se recibe a los muertos con sus alimentos preferidos. Nivel 6: Deben colocarse fotografías para recordar a quienes ya no están. Nivel 7: Se coloca una cruz hecha de semillas o frutas.
MÉJICO: altar de muertos. Es típico ver un altar de día de muertos, también conocido como ofrenda, en las celebraciones que tienen que ver con Día de Muertos y Todos los Santos durante los primeros días de noviembre. Esta es solo una en las tantas tradiciones emblemáticas de México. Estos rituales (por llamarlos de alguna forma) remontan a cientos de años atrás (y en el caso de algunas civilizaciones, miles). A diferencia de otras regiones del mundo, en donde la muerte es vista como el fin de todo, en México, las civilizaciones más antiguas creían que el paso por este mundo no era más que transitorio y una parte de uno más amplio y maravilloso, que da comienzo el día en que nosotros cerramos para siempre los ojos… Es por eso que no es de extrañar que cuando se trata del altar de muertos, seguramente se ponen algunas cosas ‘por hábito’, cuando en realidad existe todo un contexto de por qué tienen que ir de cierta forma, en cierto lugar y siempre respetando el orden.El día de muertos, dichos altares son vistos tanto en el interior de las casas como en los panteones, a donde las personas van a pasar la noche en vela para esperar a sus difuntos, mientras aprovechan para visitar a amigos y familiares que también esperan 'el regreso de aquellos que ya se les han adelantado'. El altar de muertos consta de :