miércoles, 3 de octubre de 2018

DIÁLOGOS CON ITALIA (I): TRES NOVELAS. TRES CIUDADES


DIÁLOGOS CON ITALIA (I): TRES NOVELAS. TRES CIUDADES
Con motivo del proyecto “Erasmus plus” concedido a nuestro instituto voy a comentar brevemente tres novelas italianas indisociablemente unidas a tres ciudades del mismo país.

“El Gatopardo” y Palermo
En 1957 muere el aristócrata siciliano Giuseppe Tomasi Di Lampedusa y un año después se publica su única obra literaria, “El Gatopardo”, sobre la familia del príncipe siciliano Fabrizio Salina en el tiempo de la unificación italiana. La novela fue recibida con polémica: la izquierda la acusó de reaccionaria por considerarla nostálgica de épocas pasadas, presentando como arribistas a los partidarios de Garibaldi y a los campesinos como incultos y carentes de “conciencia de clase” y los conservadores la acusaron de izquierdista porque, decían, mostraba a la aristocracia exclusivamente pendiente de conservar sus privilegios de clase (“si queremos que todo siga igual necesitamos que todo cambie”) y a la burguesía emergente, como exclusivamente pendiente de conseguir esos privilegios...Hoy la novela es un clásico y un retrato excepcional de un hombre, que observa como todo el mundo que conoció en su infancia y juventud, se va desmoronando... El príncipe se ve a sí mismo (y lo vemos) como el último representante de una estirpe a extinguir que percibe cómo un nuevo tipo de política, modos sociales, etc.…aparecen llenos de vulgaridad y cinismo. Al parecer Fabrizio es el “alter ego” de un antepasado de Lampedusa pero también podría ser de él mismo, a tenor de su biografía, ya que el escritor se asemeja a un hombre “de otro tiempo” inmerso en el frenético siglo XX italiano. También el libro en sí, parece una novela de “otro tiempo” (no de la segunda mitad del siglo XX) pero nada impostada ni un ejercicio de estilo. 


Actualmente “El Gatopardo” es más conocida  por la suntuosa y deslumbrante adaptación al cine que realizó Visconti. La película conservó todo el “espíritu” del libro pero cambió algunos aspectos de su argumento, sobre todo al final, por lo que su lectura (que recomiendo vivamente) nos puede sorprender.
Otro protagonista del libro (y la película) es Sicilia y su paisaje. Los palacios de Palermo (sus techos pintados, sus estancias, sus jardines, sus bancos…) son un extraordinario telón de fondo  (¡y qué bien lo captó en el filme Visconti!) para una historia íntima que está unida de manera virtuosa a un paisaje y a un contexto histórico.
Curiosamente el  prólogo de la primera edición de “El Gatopardo” lo firma Giorgio Bassani autor de la segunda novela que voy a comentar.



“El jardín de los Finzi- Contini” y Ferrara
Giorgio Bassani nació por casualidad en Bolonia, pero él siempre se consideró de Ferrara, donde vivió su infancia y adolescencia. En 1962 escribe “El jardín de los Finzi- Contini” una historia de amor no correspondido, en la comunidad judía de dicha ciudad, durante el  fascismo.
Contada en primera persona y sin dar nombre al narrador,  se ha interpretado como que la novela es autobiográfica (en la adaptación cinematográfica  el protagonista/narrador se llama Giorgio).
La novela de Bassani, es un relato delicado y sutil sobre la fascinación que le produce a un niño/adolescente/joven la familia judía culta y altiva de los Finzi-Contini en general y la niña/joven/adolescente Micòl (descrita con una sensibilidad extraordinaria) de dicha familia, en particular. Un amor no consumado, que se convierte en decisivo, en su proceso de maduración personal.


La historia empieza con el narrador adulto en una necrópolis etrusca de Roma que le hace recordar el cementerio de Ferrara y el panteón de los Finzi –Contini, consiguiendo desde el principio, el fuerte carácter evocador que tiene el libro.
El contexto histórico -el fascismo, las leyes raciales- también es determinante en el desarrollo de la narración (paradójicamente son esas leyes las que hacen que intimen los protagonistas que, por ser judíos, no pueden acudir a los clubs deportivos de la ciudad y practican deporte en sus jardines) y en el trágico final de la historia contado en un amargo epílogo.
Vitorio De Sica adaptó el libro al cine pero, además de reducir drásticamente su argumento (sobre todo la parte de la infancia), algunos aspectos esenciales de la novela- y solo sugeridos en ésta- los hace evidentes, por lo que se convierte en una obra más “plana” que el libro anulando toda la delicadeza y el poder evocador del mismo (Basani dijo con razón, que a la película le faltaba “tensión poética”). En este caso la lectura de la novela (que recomiendo fervientemente) es una experiencia radicalmente distinta a la de su visión cinematográfica.

Y luego está Ferrara…El autor agrupó sus relatos más significativos (“El jardín de los Finzi- Contin”, “Detrás de la puerta”, etc...) en lo que se denomina “La novela de Ferrara” un conjunto de libros que conformarían un “En busca del ti empo perdido” a la italiana que tiene como marco esa ciudad y como contexto histórico el fascismo. Bassani murió en Roma, pero dejó claro donde quería ser enterrado.

“Dos amigas” y Nápoles
Entre 2011 y 2014 se publica la tetralogía “Dos amigas” (“La amiga estupenda”, “Un mal nombre”, “Las deudas del cuerpo” y “La niña perdida”) de Elena Ferrante. En cuatro libros, se narra la amistad entre dos mujeres (Lina y Lenú) desde su infancia a su vejez. La autora, de la que se sabe muy poco (Elena Ferrante es un pseudónimo) hace gala de una excelente musculatura literaria para la creación de tipos (a las protagonistas las acompañan unos secundarios: Nino, Enzo, los Solara…antológicos), para la evolución psicológica de los personajes, y para la recreación de atmosferas asociadas tanto a las ciudades en que transcurre la historia: Piza, Florencia, Nápoles (sobre todo Nápoles) etc.…como al contexto histórico político.

Narrada desde el punto de vista de Elena (Lenú) que se convierte en escritora, la visión que tiene de los demás, termina conformando para el lector, de manera magistral, su personaje, con el que se empatiza extraordinariamente.
Con un estilo literario cuidadísimo, pero nada formalista, equivalente al de Juan Marsé en España (admirador por cierto, de la tetralogía), Ferrante observa el crecimiento y la evolución de unos personajes con piedad, con ironía (es impagable por ejemplo, la evolución política de Nino), con afecto, con ira, con cansancio (el personaje de Lina es agotador) por medio de una narradora (Lenú) que nunca cae en la autocompasión (en este sentido es modélica la narración en el segundo libro- para mí el mejor- de su terrible iniciación sexual)
Nápoles con todo su “ruido y furia”, su brutalidad, sus solidaridades y enemistades…es un protagonista más de la novela. No sé qué relación ha tenid o la autora con esta ciudad pero su descripción por medio de los personajes es vivísima, física….el barrio de las protagonistas, su diferencia con el centro (cuando  salían del barrio era casi como ir a otro planeta), la Camorra…Hay momentos en que parece que todo gravita en torno a la ciudad, que termina siendo un imán para las protagonistas.
En definitiva una gran novela (a pesar de algunos leves desaciertos como que el personaje de Lina sea demasiado fascinante, demasiado inteligente, demasiado intenso….o que Elena vuelva en su madurez a su barrio de infancia decisión más “literaria” que lógica) con un final excelente que deja un buen sabor de boca y que no voy a contar invitando a todos a que lo lean.

  
                                          Felipe Cuesta

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