miércoles, 28 de enero de 2009

El Arte de leer

La lectura en el aula es una actividad que realizamos durante dos semanas en el Instituto. Pienso que está bien planteada, se trata de una lectura de veinte minutos de un libro de libre elección para el alumno, por lo que no se sentirá obligado a leer una novela que no le guste. Con ello se pretende que aquellos alumnos que no se animan a leer en su casa, lo hagan en las aulas, y así puedan cogerle gusto a esta recomendable actividad.








Sin embargo, creo que en la práctica esto no es así, pues en muchos casos los alumnos no se toman en serio la actividad, emplean estos minutos como tiempo perdido y no dedicado a la lectura. En muchos casos esto no ayuda a que luego los alumnos sigan con la práctica en sus casas. Y lo que es aún más grave, algún profesor, supongo que por su cuenta, no encuentra necesario el llevar a cabo esta actividad y prescinde de ella privándonos de realizarla.


Pero, excepciones aparte, esta actividad ayuda a aquellos que la aprovechan y que no suelen dedicar por costumbre un rato diario a la lectura, ya sea porque no la consideran interesante o por que alegan no tener tiempo para ello, consiguiéndose “enganchar” a un libro. Es muy posible que, después de estos veinte minutos en el aula, sientan esa necesidad de seguir leyendo en su casa, pues necesitarán saber cómo continúa esa historia.


Y de esta manera querrán sumergirse en este maravilloso mundo de la lectura, que esperemos que a todos nos atrape y que nunca lo dejemos de lado, que sea para todos nosotros una muy buena costumbre, lo que nos ayudará a soñar, viajar y aprender más de lo que podamos llegar a pensar.

Imagen: Susana Pérez Gibert 4ºA

2 comentarios:

Molécula inestable dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Molécula inestable dijo...

Como bien dice Marta, es una actividad muy interesente que en la mayoría de los casos nos ayuda a los alumnos a interesarnos por la lectura. Y a los que ya estábamos estrechamente ligados a ella, hace que nos sumerjamos aún más en un mundo tan especial como el que muestran los libros.

Lo cierto es, que resulta triste que algunos alumnos pierdan ese tiempo que nos están regalando, y lo consideren tan solo como pérdida de clase. Porque deberían entender que leyendo, el tiempo no se pierde, es más, se gana. Cosa que también sería preciso aplicar a algunos profesores y no solo a ciertos alumnos.

Y esa pequeña excusa que alegan muchas personas “no tengo tiempo” no es más que eso, excusa. Cuando no tengas tiempo para sentarte frente al televisor y recibir información sin analizarla te creeré. Cuando tampoco lo tengas para usar tu ordenador o videoconsola para jugar horas y horas te creeré. Cuando no te sobren minutos para aprenderte las canciones de tu reproductor de música te creeré. Y hasta entonces lo único que podré decir será “si quieres tiempo para leer lo tendrás”