jueves, 22 de noviembre de 2007



Cariñoso viejo cascarrabias

A sus juveniles 86 años de edad nos ha abandonado Fernando Fernán Gómez. Cuando un intelectual y humanista de su talla nos abandona, sentimos una radical orfandad. Nos habíamos acostumbrado a vivir escuchando, de cuando en cuando, sus sonadas salidas de tono, sus exabruptos, a soportar su humor de perros (su famosísimo "¡A la mierda!" pertenece a la antología del disparate); pero también a disfrutar gozosamente de su espíritu y figura de quijote trasnochado pleno de humanidad, de su sagacidad intelectual, de su afilado y certero verbo, y, sobre todo de su lucidez (¡Qué maravilloso el documental de Luis Alegre y David Trueba, titulado "La silla de Fernando"!) ... Amigo íntimo de Eduardo Haro Tecglen, muerto en 2005, cómplices generacionales, anarquistas convencidos, guiaron con sus planteamientos vitales e ideológicos, políticos e intelectuales, a varias generaciones de españoles de postguerra. Jamás el poder pudo hacer de ellos esclavos; se mantuvieron, aun a costa de marginaciones malintencionadas y dolientes, libres de pensamiento, incontaminados, rebeldes, montaraces, indómitos. Despedimos en él, en ellos, a los hombres libres de espíritu que todos quisiéramos ser.
Adiós, hasta siempre, maestro, amigo. Que te acompañe para siempre la música de tu tango preferido: "Caminito". Gardel te lo cantará cuantas veces desees.

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